jueves, 21 de octubre de 2010

De los vaivenes emocionales del ser humano...

Jarrrl, pero ¿qué le pasa a esta? jajaja



No os preocupéis: título rimbombante para post de parloteo mental.

He estado pensando últimamente en lo cambiantes que somos los seres humanos a raíz de mi estado emocional actual, que veo reflejado en muchas de vosotras y vuestros blogs.


De repente un día te levantas y decides que amas una cosa. Por ejemplo, el maquillaje.

Te armas con tus mejores potis, los que no tienes los compras sacrificando un dinero que igual podrías gastar en otra cosa, pero que decides gastar en eso porque te encanta, y te hace feliz (siempre quedará el...bueno, otros lo gastan en drogas, así que no hago nada malo :P).


Desarrollas tu vena creativa, ideas looks, no ves el momento de coger la brocha, todo te inspira, te presentas a concursos...quieres más y más. Y la cosa sigue así.


Hasta que un día te levantas y no te apetece maquillarte. No te sientes nada creativa, ni siquiera te sientes con ganas de agarrar la brocha y darte una capa discreta de nada. Y si el resto de tu mundo está cayéndose a pedazos, es comprensible. Pero ¿qué pasa cuando el resto de tu mundo sigue en pie, igual que siempre, pero tú ya no te sientes inspirada ni atraída por aquello que tanto te entusiasmaba?


Pasas una racha de falta de inspiración y de ganas. No te compras más potis. No te vienen ideas para nada. Parece que esa página de tu vida ha pasado.


Y te despiertas una mañana, con unas ganas locas de llenarte la cara de verde, rosa, amarillo, ¡qué más dá!, algo loco y atrevido, o discreto pero sexy, algo currado, o curradísimo, y la fiebre vuelve otra vez.


¿Bipolaridad? jajaja...lo dudo. Bueno, pienso que todos somos un poco bipolares en realidad (no en el sentido de la enfermedad, por supuesto, con esas cosas no se bromea). Pero quien ideó el ying y el yang sabía de lo que hablaba, chic@s.

Copy-pasteo los principios del ying-yang según la fuente de todo saber, Wikipedia (va con ironía, por cierto):

1. El yin y el yang son opuestos. Todo tiene su opuesto, aunque este no es absoluto sino relativo, ya que nada es completamente yin ni completamente yang. Por ejemplo, el invierno se opone al verano, aunque en un día de verano puede hacer frío y viceversa.
2. El yin y el yang son interdependientes. No pueden existir el uno sin el otro. Por ejemplo, el día no puede existir sin la noche.
3. El yin y el yang pueden subdividirse a su vez en yin y yang. Todo aspecto yin o yang puede subdividirse a su vez en yin y yang indefinidamente. Por ejemplo, un objeto puede estar caliente o frío, pero a su vez lo caliente puede estar ardiente o templado y lo frío, fresco o helado.
4. El yin y el yang se consumen y generan mutuamente. El yin y el yang forman un equilibrio dinámico: cuando uno aumenta, el otro disminuye. El desequilibrio no es sino algo circunstancial, ya que cuando uno crece en exceso fuerza al otro a concentrarse, lo que a la larga provoca una nueva transformación. Por ejemplo, el exceso de vapor en las nubes (yin) provoca la lluvia (yang).
5. El yin y el yang pueden transformarse en sus opuestos. La noche se transforma en día, lo cálido en frío, la vida en muerte. Sin embargo, esta transformación es relativa también. Por ejemplo, la noche se transforma en día, pero a su vez coexisten en lados opuestos de la tierra.
6. En el yin hay yang y en el yang hay yin. Siempre hay un resto de cada uno de ellos en el otro, lo que conlleva que el absoluto se transforme en su contrario. Por ejemplo, una semilla enterrada soporta el invierno y renace en primavera.


Esto es lo que me ha tenido inquieta estos últimos días. Estoy en una de esas etapas de falta de ganas e inspiración. Es cierto que esta vez coincide con que estoy a tope de trabajo, pero no es la primera vez que me ha pasado, ni será la última, y en las otras veces no estaba muy liada como ahora. Y como os decía, he visto que muchas habéis pasado por situaciones similares en distintos momentos (como habéis contado en vuestros blogs).

¿También os ha ocurrido? ¿Por qué creéis que nos pasa? La única explicación que se me ocurre es que si nos entusiasmara al mismo nivel siempre, acabaríamos por perder el interés (quizás se convertiría en una adicción, más que en un hobbie...no sé). Y esto lo extiendo a todo, ¿eh?, no sólo al mundo del maquillaje.

Estoy deseando saber vuestra opinión.

Mil besos =)

8 comentarios:

  1. A mi me pasó algo parecido con los perfumes. Desde hace años soy una apasionada de los perfumes, pero tuve una época en la qya no me llamaban tanto como antes, y coincidió con una especie de crisis, tuve unos cuantos cambios en mi vida. He vuelto a las andadas y me siento mucho mejor, más "yo" otra vez. Ciao! Besos!

    Un lieu avec Allure.

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  2. este tema me parece muy interesante :) no sólo porque a todas nos pasa de vez en cuando en mayor o menor medida, sino también porque en cierto modo estudio cosas de estas en mi carrera XD
    yo creo que simplemente es habituación, nos acostumbramos a una cosa y deja de llamarnos la atención, hasta que nos desacostumbramos un poco y volvemos a tener interés de nuevo. al fin y al cabo creo que las personas necesitamos "novedades" constantemente para no caer en una rutina aburrida :)
    un beso!

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  3. Mmmmm, personalmente creo que pasa porque nos saturamos de algún modo. Quizás no podemos llevar siempre el mismo ritmo, o impetú, y desechamos esas cosas "triviales" por un tiempo para resolver ese yo interior. Cuando todo vuelve a su cauce se retoman las cosas con más impetú incluso.
    O eso me parece a mi.... :P
    Un besete

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  4. Nos pasa porque somos terriblemente hormonales... así que un tanto cíclicas, especialmente con la llegada de la primavera y el otoño se nos afecta el humor, y con ello las ganas... pero hay que ponerle un par... y aunque no apetezca intentarlo.

    Un besote!

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  5. la verdad me pasa muy seguido... tene cuidado que ademas de algo animico, puede esconder algun problema fisico (del tipo del hipotiroidismo que es lo que me paso a mi)

    Te mando un besote!!

    anitalorileira.blogspot.com

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  6. yo he pensado mucho sobre lo inestable q son las emociones humanas, y hace poco llegué a la más q conclusión, me informé, q el cerebro humano es un organo sumamente sensible, q hasta los mas minimos cambios climaticos nos afectan, a mi por ej. esto va en tono confesion, me deprime la primavera, a penas empiezan las flores yo siento una terrible tristeza, angustia, ganas de nada, pasan semanas en las q me levanto como a las 12, porq no tengo ganas de vivir, y si me levanto es porq no me aguanto tanto rato sin ir al baño, sino me quedaría encama vegetando por un buen tiempo, y luego, ya me ssiento mejor, nunca he tenido personalidad de porrista, pero hay momentos en las q las paso negras, y otros grises, y algunos grises bieeen claritos, jeje, espero haberme dado a entender, y me parece de lo mas normal, lo unico conztante en la vida es el cambio

    besos

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  7. Yo creo que todo el "abuso" de algo cansa, así que de vez enn cuando nos hace falta un pequeño descanso. Me pasa con todas mis aficiones: el maquillaje, la mecánica, la lectura... pero lo bueno es que siempre vuelven!! Cuando tengo una racha en que no me apetece algo, símplemente, lo dejo estar por un tiempo.
    Besos

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  8. Yo creo que es una cuestión de agotamiento y supervivencia. Me esplico:

    Cuando algo te gusta mucho, ocupas mucha energía en ello, hay un estrés, bueno, pero estrés, y la forma de descansar que tiene el organismo es haciendo un parón.

    Es como cuando usas un perfume: llega un punto en que tú no notas el aroma, aunque los demás sí, porque necesitas tu olfato libre de ese estimulo por si llegan otros más interesantes o importantes (como que se queme la oficina, por ejemplo)

    Y otras veces, simplemente, es un cambio de etapa. Te seguirá gustando, pero no te aportará lo mismo que te aportaba porque tú has cambiado aunque no te hayas dado cuenta.

    Besos, guapa, el tiempo dirá qué está pasando.

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